Las abuelas de Plaza de Mayo han marchado por más de 40 años en contra del olvido, el silencio y la impunidad. En esas marchas enfrentaron el régimen militar en su apogeo y luego en su decadencia. Y luego, cuando la democracia prometía paz a cambio de impunidad, ellas marcharon y marcharon. Y atravesaron crisis y saqueos, inflación, convertibilidades y crisis otra vez. Y marchaban, con vientos a favor y en contra. Buscando nietos, acompañando las luchas propias y las paralelas.
Aquello que celebramos hoy, a 40 años de democracia, en buena parte, es gracias a su lucha y su ejemplo.
Por eso, la presencia de Estela de Carlotto en nuestra exposición nos llena de orgullo y nos recuerda la tarea. Construir geografías justas y plurales, geografías de vida y para la vida. Persistir colectivamente en la memoria, los derechos y la justicia. Con la democracia, siempre más, nunca menos.