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El proyecto analiza la relación entre los procesos recientes de reestructuración de las centralidades tradicionales de la Región Metropolitana de Buenos Aires (RMBA), los patrones de movilidad cotidiana y las políticas públicas en los que se enmarcan estos procesos, tomando como caso de estudio corredores urbanos "sin autopista", es decir, que no han basado sus dinámicas de desarrollo reciente en la accesibilidad provista por una gran arteria viaria.
Desde inicios de los 2000, se registran procesos de densificación y revitalización de las principales áreas centrales de los municipios de la primera corona del corredor sur de la RMBA (Avellaneda, Lanús y Lomas de Zamora), coincidentes con un uso acentuado del transporte público. Además, existen importantes articulaciones entre estos centros y sus municipios vecinos, sobre los que actúan como "atractores", generando sistemas de centralidad con dinámicas funcionales propias, relativamente independientes de la Ciudad de Buenos Aires. Estos sistemas de centralidades cumplen un rol importante en la estructura metropolitana y constituyen una potencial fortaleza para el acceso a bienes y servicios para amplios sectores de la población, beneficiados por la buena accesibilidad en transporte público. En este marco, se parte de la hipótesis de que ciertos municipios de la RMBA, estructurados a lo largo de antiguas avenidas y/o ejes ferroviarios, presentan posibles alternativas al modelo de "nueva centralidad" ya consolidado en el eje norte de la región, dependiente de la movilidad privada y fundado en grandes centros de ocio y consumo al servicio de urbanizaciones residenciales cerradas. En un escenario de expansión metropolitana tendencialmente discontinua, fragmentaria y de baja densidad, con políticas públicas que continúan convergiendo hacia un modelo monocéntrico de región metropolitana; la revitalización y densificación de las centralidades tradicionales en su vinculación con el transporte público son procesos a tener en cuenta en las distintas escalas de planificación, hacia esquemas que refuercen el modelo de ciudad compacta y policéntrica, poniendo en valor las infraestructuras y los tejidos existentes.