El 4 de agosto se realizó la primera conferencia virtual del ciclo Geografías Nómades "Posthumanismo, (Des)Territorios y Diferencia", titulada "Geografías Giratorias", a cargo de Wenceslao Machado de Oliveira Junior. El video de la conferencia está disponible en el canal de YouTube del Instituto.
El ciclo "Geografías Nómades. Posthumanismo, (Des)Territorios y Diferencia" está organizado por el Grupo Cultura, Naturaleza y Territorio de nuestro Instituto y la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo de Chile.
"El objetivo del Ciclo es discutir y explorar la idea de una geografía que se desenmarca de las naturalizaciones y los esencialismos territoriales que más que movimiento reflejan mundos estáticos o fijos ("el mundo es global", "las fronteras son periferias", "las ciudades son desarrollo y modernidad", "la naturaleza es belleza pura", etc.). Estos sedentarismos geográficos se refieren a que la representación que se hace del espacio es subordinada a las exigencias de una identidad, que es finalmente lo visible y lo que nos resulta "natural". Aquella presencia identitaria vendría a esconder o minimizar las diferencias y multiplicidades que fuerzas sociales y culturales van desplegando en su devenir cotidiano. Por lo mismo, aquella identidad, que vendría a ser lo idéntico, lo unitario y lo observable, es la que produce una geografía estática cuya supuesta autoridad material y semiótica parece no aceptar cuestionamientos ya que, precisamente, busca permanecer en el mismo lugar, en lo ya conocido.
Desde este punto de vista, una geografía nómade apunta a tres asuntos que parecen relevantes. Por un lado, a descifrar y observar la trayectoria a partir de la cual se genera el sopor identitario de modo que los distintos flujos, arquitecturas y maquinarias sociales queden expuestas solo como producción, como puesta en escena de relaciones de fuerza. Por otra parte, una geografía nómade permite engendrar nuevos mundos posibles, es decir, "otras geografías", de modo de abrirnos a explorar nuevas pluralidades de lenguajes y prácticas que, en el fondo, afirmen y sostengan la experiencia de la diferencia y la multiplicidad del devenir. Finalmente, una geografía nómade vendría a colaborar a redescubrir miradas más allá de lo representacional que, en el fondo, es lo ya conocido, lo ya visto una y mil veces. Como es posible concluir, una geografía nómade es geografía crítica en tanto no solo busca desmantelar las voluntades de poder sino, a su vez, se abre a los caminos del pensamiento como creación, es decir, como ha expuesto Deleuze, "engendrar pensamiento en el pensamiento".